hoy dejé que algo relativamente insignificante me arruinara la mañana. Me puse tan nervioso que derramé mi jugo en Starbucks. De pronto me dije, oye, lo único para pensar así es si fuera algo de salud. pero no lo es. Es algo que me imagino se puede arreglar mañana. Un simple problema de la casa de agua.
Me asusta lo frágil que a veces soy.